El Laberinto del Fauno - Guillermo del Toro
Como ya lo ha hecho antes Guillermo Del Toro toma un hecho histórico para basar sus obras, algo que muchos otros directores también hacen para dar forma y ubicar sus historias en un punto en el tiempo tal y como lo conocemos. La Guerra Civil Española no es un hecho para enorgullecer a ningún país ni tampoco al resto de la humanidad, sin embargo son hechos que no se pueden negar y recordarlos tal vez ayude a que no se repitan. Por eso es muy apreciable el realismo y la crudeza con la que se exponen estos hechos.
De este hecho focalizado el director Guillermo de Toro parte para una fantástica historia que puede calar y entender cualquier persona sin importar su procedencia una historia de carácter universal y además podría decirse que atemporal, ya que una vez se desarrolla la historia en el inframundo toda realidad cambia.
La Obra Maestra.
El Laberinto del Fauno (2006) que podríamos decir que es la obra maestra de este cineasta mexicano, hasta el momento, donde una vez más se pone de manifiesto su ingenio y extremo detalle que pone en sus producciones.
El laberinto del fauno nos da una sensación de estar en dos películas a la vez, ya que en realidad el personaje principal Ofelia, vive experiencias en dos mundos muy diferentes que parecieran no conectarse. También se refleja la vida del Capital Vidal padrastro de Ofelia, quien quiere tomar militarmente la zona.
Durante el relato la niña descubre un portal que la lleva a otro mundo, un mundo fantástico que busca arduamente a la princesa de su reino. Claro que no todo es lo que parece, hay mucha conexión entre ambos mundos de los que se ven a flor de piel, pero el director deja al espectador la tarea de encontrar creando una especie de juego.
El Laberinto del fauno es una historia que refleja los pesares de un país en guerra a través de los ojos de Ofelia que lucha por quedarse en su niñez mientras que su familia, su ciudad y su país se vienen abajo a su lado algunos personajes reflejan los dos extremos de la historia, los malos y los buenos, de los buenos están el médico y el ama de llaves o ayudante de la casa quienes haces un duo bastante arriesgado.
Mientras trascurre la guerra, Ofelia deja correr su imaginación que sirve de refugio a los horrores de la vida, no solo la embargan los temas sociales, sino también, aquellos propios de la época como la falta de servicios médicos adecuados o avances tecnológicos que permitan una vida más longeva, es así como la niña debe soportar la muerte de su madre.
Con un gran reparto y de la mano de este director quien llena la película de diversas formas narrativas, e incluye variadas referencias que ya vemos en sus otras películas. Tiene tres puntos fuertes que consolidan lo genial de este filme, que son el maquillaje, el diseño y la música. Ellos recrean un perfecto ambiente de la propia época que deja notar la ardua labor del equipo de producción, un maquillaje que borra por completo las formas humanas del actor Doug Jones. Quien interpreta al fauno y al hombre blanco con ojos en las palmas de las manos.
De la Banda Sonora.
Javier Navarrete compositor de quien ya se conocían sus habilidades en la película anterior de Del Toro, El espinazo del diablo, pero para esta película fue realmente asombroso. Basa su partitura en una triste canción de cuna que envuelve a Ofelia y describe su inocencia y sus pesares, además llena su partitura de una corporeidad suprema cuando el filme pasa al mundo fantástico. También se incluyen coros masculinos con registros más graves.
Este filme fue nominado seis veces al Oscars y resulto tres veces ganador, también se hizo acreedora de siete Goyas, tres BAFTA, y otros 79 premios más.
Una película muy recomendada con un final inesperado y para algunos no tan fácil de definir o entender, pero sigue valiendo la pena verla una vez más y digna de muchos análisis y comentarios.
